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El propósito de

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Valga la “redundancia”, que seas consciente:

de -para qué- haces las cosas

de cómo te hablas

de lo que sientes y de cómo lo expresas 

de las creencias que dan dirección a tu día a día  

de lo que es útil para ti, aunque otros y el mundo te digan lo contrario 

de cómo gestionas tu tiempo

de cómo gestionas tu tiempo

de hacia dónde te está llevando tu inacción  

de que mirando lo mismo desde otra perspectiva, ya no es más lo mismo

Vamos, un batiburrillo. Esa soy yo. Me gustan muchas cosas. Y la mejora de mi relación con el violín (y conmigo misma y con el mundo) ha sido (y sigue siendo y siempre será PorqueEstoNuncaParará) gracias a recursos diferentes. 

Si menciono recursos que a mí me han ayudado, que sepas que no es en calidad de coach, sino de violinista. Si haces sesiones de coaching conmigo, no te diré qué tienes que hacer, porque un coach jamás de los jamases hace eso. Te acompaña a que lo descubras tú. Si quieres consejos personalizados, entonces está el mentoring. Y si simplemente quieres leer mis peripecias musicales, pues ya está.

Sea para lo que sea, aquí estoy yo para darle voz a la frustración y hartura, gracias a las cuales soy alguien que ha hecho las paces con el trozo de madera que me acompaña desde hace mucho.

 

Si te apetece conocerme un poquito mejor puedes suscribirte en la casilla de abajo:

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Posts sobre lo que surja: elitismo en el mundo de la música, dependencia del estudio, la importancia de la inteligencia emocional, lo que tú como lector me sugieras, etc.

 

Mis experiencias y evolución de la frustración a la satisfacción con el violín. 

 

Algún recurso que otro para lo anterior. 

 

Mi faceta de coach, o el por qué es tan importante hacerse preguntas. 

¿Qué te vas a       
        encontrar aquí? 

Gracias por suscribirte.

 

(Tal vez aterrice en spam)

Como agradecimiento y bienvenida por tu suscripción te llegará de regalo una guía en formato PDF titulada super creativamente como “Guía para un posible cambio de perspectiva ante situaciones muy frecuentes”. Esta guía contiene técnicas personales que marcaron un antes y un después en mi relación con el violín (y la música y LA VIDA, porque al final todo es lo mismo).

Además estarás al tanto de nuevas publicaciones, e-mails en los que contaré curiosidades, reflexiones y quejas que en un gran porcentaje no irán a parar al blog porque básicamente me encanta comunicarme por e-mail. También te hablaré del coaching, de la inteligencia emocional y de vez en cuando ofreceré mis servicios. Con argumentos y fundamento.

Sobre mí

Me llamo Oleńka y soy violinista.

Llevo encima una trayectoria de aprox. 25 años. Hija de padre violinista, hermana de violinista. Mi madre, por si te lo preguntas, no es del mundillo.

Mi relación con el instrumento siempre fue muy natural, algo que me gustó desde el principio y de lo que no dudaba. Estaba claro: bachillerato musical y luego el grado superior.

¿y luego?

Nada cambia
      si nada cambia

Sobreesfuerzo sin resultados

A lo largo de nuestra vida tenemos cosas y situaciones que nos gustaría cambiar. Nos ponemos propósitos de año nuevo, o de curso nuevo, o “a partir del lunes”. A veces son muchos propósitos y muy generales que en la gran mayoría de los casos no van al detalle y son más bien pinceladas y enumeraciones muy prometedoras así como potencialmente capaces de desmotivar a la semana de haber empezado. Y es después de ese intento de abarcar un objetivo desmesurado cuando la motivación del principio se viene abajo y la pereza y la duda te empiezan a hacer visitas frecuentes. En ese momento, si tu objetivo es de un tamaño que te sobrepasa y no le acompaña un plan que creas posible, a la primera de cambio vas a decir “adiós muy buenas”. No todos, no siempre, pero con frecuencia un cierto porcentaje de la especie humana. Y por supuesto, puede que tu idea de cambio tenga (con razón) una connotación de sobreesfuerzo sin resultados y que entres en el mundo de las excusas, creencias, etiquetas y juicios, o lo que es lo mismo, pensamientos que no ayudan, que ni siquiera suelen ser verdad y a los que les das el poder de dirigirte: soy vaga, no me da la vida, en realidad no me gustan los cambios, no merece la pena, no puedo, me falta motivación, no me apetece, y un largo etc. Y esto no trae más que fundamento para tu inacción y seguir un año más, un curso más o una semana más estando donde y como estás pero queriendo estar en otro lado y de otra manera. Y aquí cabe mencionar lo siguiente: que lo dejes de lado no significa que hayas dejado de desearlo. Con lo cual, tal vez y sólo tal vez la frustración crezca, y/o la envidia y la incapacidad de alegrarte por los logros de los demás aparezca. (O no, quizás proponerte algo y “no cumplirlo” ha sido lo necesario para darte cuenta de que no era para ti, que igual lo estabas haciendo por otros motivos, por imposición o vete tú a saber). El caso es que si lo que quieres no lo acabas de conseguir, puede ser que te falte saber el cómo y prepararte para adversidades como tentaciones, emociones desagradables, resistencias, falta de recursos, pensamientos intrusivos…

Saber el -cómo lo vas a hacer- es una garantía ante momentos de flaqueza, porque si tu designio no es concreto, cual pollo sin cabeza no vas a saber por dónde tirar y puedes sumirte en la maravillosa sensación de agobio constante viendo que el tiempo pasa y que tú sigues igual.

Dejemos de infravalorar el poder de los pequeños actos.

Pongámonoslo fácil.

La buena noticia y título de este apartado es que nada cambia si nada cambia. Es decir, con poquito que hagas ya vas a tener un resultado diferente. Con lo cual, dejemos de infravalorar el poder de los pequeños actos. Pongámonoslo fácil. Ni negro ni blanco, ni zona de confort forever ni zona de esfuerzo desmesurado constante. 

Hay objetivos Y objetivos. Y dependiendo del qué tendremos un cómo. Te puede sorprender cómo adoptas una conducta eficaz que no te vale en otras circunstancias. Si es este el caso, si hay un qué al que no le pillas el cómo, si sientes que tu vida es el día de la 

marmota, que necesitas hacer algo diferente pero no sabes el qué, quizás el coaching te sea útil, porque un coach es alguien formado que te acompaña en un proceso de cambio de forma consciente, te ayuda a esclarecer cosas, a buscar dentro de ti, a que sepas tu qué y tu cómo siendo realista y desde la sinceridad, a que hagas pedazos un gran objetivo, a que reflexiones, revises y te comprometas. Y uno se compromete porque entre otras cosas, durante una sesión de coaching se suelen tener muchos “ajá” moments como consecuencia de mirar desde otra perspectiva. 

Y cuando ves las cosas de otra forma, generalmente tienes ganas de ponerte manos a la obra. Y ponerse manos a la obra trae resultados.

Blog

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¿algo de esto te suena?

No te sientes del todo bien con el instrumento 
Tu naturalidad con la música y el instrumento se está viendo comprometida
Tu vida gira alrededor de hacer pruebas sin el resultado que quieres
Te falta el aire, te tiemblan las manos o el arco, no consigues llegar al talón, o vibras  descontroladamente o no vibras…
Te comparas constantemente y te cuesta alegrarte por los logros de los demás
Te duele frecuentemente alguna zona del cuerpo
Los nervios te paralizan
Complicas cosas que antes eran simples para ti 
Identificas un bloqueo específico pero no sabes qué hacer
Hacer pruebas no te parece un propósito suficiente y no sabes hacia dónde enfocar tu estudio y/ o tu vida 
Básicamente más de la mitad de tus exposiciones te producen estrés y presión desmesurados 
Estudias más y más pero esto no te trae ninguna mejora (en muchísimos casos, todo lo  contrario) 
Cada vez te divierte menos tocar porque te estás juzgando constantemente
Tu foco durante el estudio son la técnica y no cometer errores
No sabes no estudiar, con lo cual: si no estudias, te sientes mal
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